POR DELANTE DE LOS COMBUSTIBLES FÓSILES
 

Hace casi dos años que la Unión Europea puso en marcha el Pacto Verde Europeo y, según el último informe sobre el estado de la Unión de la Energía, “las tendencias como consecuencia de los pasos que hemos ido dando son alentadoras”.

Por primera vez, en 2020 las energías renovables superaron a los combustibles fósiles como principal fuente energía en la UE, al generar el 38% de la electricidad, mientras que los combustibles fósiles generaron el 37%. Hasta la fecha, nueve Estados miembro de la UE ya han eliminado de forma progresiva el carbón, trece se han comprometido a una fecha de eliminación progresiva y cuatro están estudiando posibles plazos.

En comparación con 2019, las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron un 10% en 2020, lo que supone una reducción sin precedentes debido al covid-19. Y es que la energía es responsable del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE a la atmósfera, por lo que “actuar no es una opción, sino una necesidad”, asegura la Comisión Europea.

¿Qué hace la UE en materia de energía?

Cada Estado miembro define su propia combinación energética, pero la coordinación de las normas a escala de la UE les permite alcanzar objetivos políticos comunes. Para 2050, el objetivo de la UE es lograr la neutralidad de emisiones de carbono. Y para 2030 hay tres claves: reducción de al menos un 55% en los gases de efecto invernadero desde los niveles de 1990, alcanzar el 32% de consumo de energía renovable y una mejora de la eficiencia energética de mínimo un 32,5%.

Para cumplir estos objetivos, cada país ha establecido un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNEC) para el período 2021-2030 abordando cinco ámbitos: la eficiencia energética, las energías renovables, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, las interconexiones y la investigación e innovación.

Estos planes se complementan con NextGenerationEU, el plan de recuperación de la UE, que ayudará a reconstruir la Europa posterior al covid-19 y que conlleva, entre otras cuestiones, la inversión en tecnologías más respetuosas con el medio ambiente, la creación de vehículos y transportes públicos más ecológicos y de edificios y espacios más eficientes desde el punto de vista energético. Además, la UE ya trabaja en diversas políticas alineadas:

  • Asegurar el suministro de energía: ser menos dependientes de la energía importada haciendo un uso más eficiente de la nuestra y diversificando, al mismo tiempo, fuentes y suministro.
  • Eficiencia energética: las normas sobre construcción, industria, productos de consumo y transporte están contribuyendo a alcanzar los objetivos de eficiencia energética y avanzar hacia una sociedad hipocarbónica.
  • Energía nuclear: la actuación de la UE indica que los reactores nucleares sean seguros, que los residuos radiactivos se traten adecuadamente y que los materiales nucleares solo se utilicen para objetivos legítimos.
  • Tecnología e innovación: se están apoyando tecnologías hipocarbónicas como la solar, la eólica, la captura y almacenamiento de carbono y las tecnologías de almacenamiento de energía.
  • Creación de un mercado único de energía: reducir así los obstáculos técnicos y legales para que la energía pueda superar las fronteras y los proveedores, competir en todo el territorio.
  • Energías renovables: coordinar las labores para alcanzar los objetivos nacionales que se ajustan a la Directiva sobre energía renovable y se promueve el uso de la energía alternativa en el transporte.
  • Petróleo, gas y carbón: la normativa de la UE quiere mantener unos mercados justos de combustibles fósiles y proteger el medio ambiente, incluso al aplicar nuevas tecnologías como la extracción de gas de esquisto.
  • Infraestructuras energéticas: la estrategia de redes transeuropeas (TEN-E) tiene por objeto ampliar y poner al día las infraestructuras europeas y crear redes por encima de las fronteras nacionales.

CoFE: un foro abierto a la participación ciudadana

En este sentido, la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFE, por sus siglas en inglés) se presenta como una oportunidad para que los ciudadanos puedan debatir sobre los retos y prioridades en materia de libertad, derechos y valores europeos, entre otras muchas cuestiones. Se trata de un foro abierto a la participación ciudadana donde reflexionar sobre el rumbo que se quiere que tome la UE.

Existen diferentes formas de participación para que cada persona pueda involucrarse de la manera que prefiera. La primera es a través de la plataforma digital multilingüe, donde es posible debatir sobre temas ya existentes (cambio climático y medioambiente; salud; una economía más fuerte, justicia social y empleo; la UE en el mundo, valores y derechos, Estado de Derecho y seguridad; transformación digital; democracia europea; migración; y educación, cultura, juventud y deporte), participando de las ideas que otros ciudadanos europeos ya han compartido o lanzando nuevas propuestas.

También es posible asistiendo a eventos u organizándolos. Estos pueden ser tanto ‘online’ como de carácter presencial, facilitando el acceso a cualquiera persona interesada. Mediante la propia web es posible conocer de manera sencilla aquellos que van a acontecer cerca de cada zona y apuntarse.

La CoFE ha habilitado una plataforma digital multilingüe y la inscripción en eventos tanto físicos como ‘online’

Paralelamente, todas las ideas que se han ido tratando mediante estas vías se pondrán en común en los paneles de ciudadanos europeos. Compuestos por 200 ciudadanos europeos elegidos de forma aleatoria en los 27 Estados miembro, a fin de reflejar la diversidad de la UE, son el ‘traductor’ de todas las propuestas y debates que se han iniciado.

Estos representantes presentarán el resultado de sus conclusiones en el Pleno de la Conferencia, compuesto por 108 representantes del Parlamento europeo, 54 del Consejo y tres de la Comisión Europea, así como 108 venidos de los parlamentos nacionales, entre otros.

El resultado final se presentará en un informe a la presidencia conjunta y las tres instituciones deberán decidir cómo dar seguimiento a las propuestas. El objetivo es que, en la primavera de 2022, la Conferencia haya alcanzado conclusiones decisivas y aporte orientaciones claras sobre el futuro de Europa.

Propuestas que está escuchando la Unión Europea

Cientos de ideas se están debatiendo y escuchando en la plataforma digital multilingüe de la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Existen propuestas adicionales como una para alcanzar la neutralidad climática: “Podríamos absorber los gases de efecto invernadero combinando la plantación de árboles y la implementación de la tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CCS). Esta puede ser cara, pero creo que su combinación junto con una normativa estricta por parte de la UE podría dar lugar a una Europa climáticamente neutra”.

Otras ideas proponen fomentar la generación de energía desde otras fuentes y lugares: “Para cumplir los objetivos del Pacto Verde, la UE necesitará mucha energía renovable. Dado que es muy ambicioso producir la cantidad de energía necesaria solo en los países europeos, debería reforzarse la cooperación con los estados MENA (Oriente Medio y África del Norte). [] Las plantas de energía térmica en los desiertos son altamente eficientes (el sol brilla las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año) y no cubren suelos fértiles. Además, es una gran oportunidad económica para los países en desarrollo. Otro beneficio es que estos estados podrían cubrir sus propias necesidades energéticas con esas centrales eléctricas de nueva construcción respaldadas por la UE. Por tanto, la UE les ayudaría a alcanzar sus objetivos climáticos más rápidamente”.

El debate ha empezado y todos los ciudadanos pueden formar parte de él. “Ahora es el momento, y la oportunidad, de transmitir a la UE lo que nos preocupa como ciudadanos y trasladar nuestras propuestas para que la Europa del futuro sea la que queremos que sea”, concluyen desde la Comisión Europea.

Fuente: El confidencial

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